lunes, 24 de agosto de 2015

HABLEMOS DE GENEROSIDAD


Esta mañana hurgando entre mis sencillos escritos he topado con éste que habla de la generosidad y que hoy quiero compartir contigo.
GENEROSIDAD, ¡qué palabra más bonita para ponerla en práctica en nuestras vidas! Hermosa palabra que está cargada de amor y caridad, de ayuda y solidaridad, de esfuerzo compartido y compromiso, de roce y cariño, de comprensión y bondad… Ser generoso parte del amor, porque el amor es grande y desinteresado y no permite bajo ningún concepto que cualquier persona, cualquier hermano nuestro pase penurias y esté necesitado. Esta es una de nuestras finalidades como Hermandad.
Hoy más que nunca, nuestros corazones deben estar surtidos de gotas de generosidad para esparcirlas en aquellos hogares donde su presencia sea necesaria. No queda otra que compartir nuestros bienes y riquezas con los que menos tienen, para hacer de este mundo un mundo más solidario y más feliz, donde todos tengamos los medios y recursos suficientes para crecer y vivir dignamente, suavizándose las diferencias entre iguales y estrechándose cada vez más la lucha de clases. Ante Dios todos somos iguales, así pues, luchemos entre todos por ser iguales ante los demás, donde prime la igualdad de oportunidades, la amistad entre clases sociales, la generosidad compartida. “Ama al prójimo como a ti mismo”, este gran precepto que nos regaló Jesús debe ser nuestro testimonio para el mundo si de verdad queremos que la alforja esté llena (se llena cuando somos generosos) porque sólo una alforja llena pueda ser cobijo del “hambriento”.


Podríamos terminar este pequeño y sencillo escrito recordando que la generosidad tiene importantes efectos terapéuticos: cura de la incomunicación, de la insatisfacción vital y laboral, de la falta de empatía, del desprecio y la prepotencia… y del mayor de todos los males: el egoísmo. ¡Se es mucho más feliz dando que recibiendo!

Nosotros queremos aprovechar nuestra carrera para, además de hacer deporte, sentirnos y mostrarnos también generosos; por eso, el día del Cross pondremos una SACA SOLIDARIA para, entre todos, llenarla de ALIMENTOS NO PERECEDEROS y repartirlos entre los más necesitados del pueblo. Gracias

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